miércoles, 25 de abril de 2012

capitulo 25





Héctor está tumbado en una camilla. Le están haciendo un masaje en forma de G. Es algo que quiere hacer para Gina porque está muy contento con ella y le quiere demostrar que es importante para ella  aunque no quiera tener un compromiso con ella y bueno sólo en una g y siempre puede decir que es g de guapo. Héctor sonríe pensando en la cara de Gina cuando lo vea.



Al cabo de un rato, Violeta está emocionada. Se va tocando el vientre. Le va hablando a su bebé.

--¡te vas a llamar como él¡

Lo ama, ha vivido su primera vez con él, está esperando un hijo suyo pero no sabe nada de él.

--¿él debe saberlo? No, no es justo. Yo lo engañé y él no quiere saber nada de mí...No está bien que no se lo diga.

Ella es feliz teniendo a ese hijo, sabe que Héctor no desea nada con ella y lo entiende. No lo quiere presionar. No sabe bien qué hacer. Va hacia la cafetería. Él no está.

--¡maldita sea¡

Ahora que sabe que lleva su sangre dentro de ella, necesita verlo más que nunca. Decide dar vueltas por la zona para darle tiempo a que aparezca. Él nada que no está.

--¿se habrá ido?

De pronto lo ve llegar hacia ella. Va con un carro vacío. Ha ido a llevar la basura. Héctor pasa por el lado de Violeta que lo mira feliz, que lo mira esperando algo pero Héctor hace que no la ve. Confía en que Violeta se dé cuenta que se avergüenza de lo que ocurrió entre ellos y que no desea saber de ella. Violeta no le dice nada. Se ha quedado en shock. No se esperaba algo tan mezquino de su parte.

--¡este tío es imbécil¡

Tanto años enamorada de casi un desconocido y ahora que lleva un hijo de él en sus entrañas llega a la conclusión que no es digno de que lo ame.

--¡Definitivamente no quiero tener contacto con él¡

A Violeta le da ha dolido mucho el desprecio que le ha hecho Héctor. Éste no puede imaginar cuanto. Siente que su alma se ha roto, no quiere llorar por no lastimar a su hijo pero si tiene claro:

--¡Héctor no merece que piense en él, no merece a mi hijo¡

Hace un esfuerzo por no llorar. Héctor jamás sabrá que la ha dejado embarazada. Nunca más volverá a verlo, nunca volverá a pasar por ese lugar y si puede desaparecerá de la ciudad. El amor de su hijo le será suficiente para ser feliz.



Emilio y Gina van al banco. Emilio le entrega un cheque de 12000 mil euros. Ella le entrega sus pastillas anticonceptivas, es algo simbólico pero que sella su pacto.

--Cuando ya te quedes embarazada firmamos los papeles y te doy la mitad del dinero, el resto cuando des a luz…

Gina está feliz, ingresa el cheque en una cuenta que se abre para dejar ahí todo el dinero que vaya recibiendo de Emilio.

--¡es el mejor negocio que he hecho en mi vida¡ --dice ella para sí.



Emilio está emocionado. Llega a la cafetería muy contento. Héctor está en la barra limpiando. Emilio se emociona. Lo mira con amor.

--¡un hijo, vamos a tener un hijo¡ --piensa.

Le duele saber que nunca tendrá nada con él pero la emoción de pensar que el hijo de Héctor será para él es algo que lo llena de vida.








Gina, como le prometió, le ha ofrecido a Héctor una relación sin ataduras y con todo el sexo que él quiera. Es todo un sueño para él. Se ven todos los días. Aprovechan cuando él sale de la cafetería . Son muy ardientes.

--¡te he echado de menos¡ --jadea ella echándose a sus brazos.

Él le guiña el ojo. Seductor le dice:

--ahora tendrás tu premio. Te espera una sorpresa.

Gina lo hace sentir deseado, un auténtico premio para las mujeres y eso a Héctor le gusta. Le gusta mucho. Le hace sentir muy macho. La besa, es un beso de fuego con sabor a tabaco que excita mucho a la joven. Se comienzan a desnudar nada más entrar en el apartamento, de camino en la cama. Gina ya está desnuda, lo espera ansiosa. Héctor desnudo de pie a su lado. A los dos les gusta mucho el cuerpo del otro, les encanta observarse. Héctor luce con orgullo el tatuaje de G. A ella le gusta pero no se lo toma como una atadura porque sabe que el chico no quiere nada con ella y para Gina es sólo un muy buen negocio.  Héctor abre el cajón de la mesita para agarrar un preservativo.

--¿es que no te fías de mí? Si ya sabes que tomo la píldora… ¿es que crees que estoy enferma?

Gina hace gestos obscenos con su cuerpo, con su boca. Su voz es sensual. Héctor no se lo hace repetir dos veces. Se tira encima de ella y disfrutan nuevamente de un encuentro sexual muy intenso pero sin protección.




2 semanas después...
Gina le ha contado a detalles como es en la intimidad que Emilio es como si ya lo hubiera visto desnudo y pronto tendrá un hijo de él.

Se estremece al pensar que muy pronto un hijo de Héctor pueda crecer en el vientre de Gina, un hijo que ella entregará a Emilio.

--¡ojalá tenga buena puntería¡ --dice para sí-- Cuando tenga a su hijo en brazos me alejaré de Héctor –piensa.

Es un hombre triste, sin amor  pero ese hijo de él que espera tener en unos meses en sus brazos es el mayor regalo que la vida le pueda dar así que siente que ya Héctor habrá hecho suficiente por él y lo dejará tranquilo ya que sabe que a Héctor le molesta verlo.




Gina va a buscar a Héctor porque éste la ha llamado. Un polvo rápido antes de que el chico vaya al trabajo. salen los dos juntos, abrazados. Gina lo acompaña un trozo. Se les ve felices. María los ve y se muere de celos.

--¡no va a ser feliz¡ ¡no¡

María está totalmente enloquecida. Va a su casa. Busca un rifle que pertenecía a su padre. Héctor está en su puesto de trabajo, en la terraza. Atiende una mesa. María aparece disparando a la pared. la gente huye. María apunta a Héctor. Está totalmente enloquecida.

--¡Hoy vas a morir¡

Héctor levanta las manos.

--¡No hagas una locura¡

Pero el desamor del chico la ha vuelto loca y María dispara pero Emilio, que llega en ese momento, se lanza sobre su amado tirándolo al piso. Es Emilio el que cae muerto a los pies de Héctor. Héctor queda conmocionado. María, enloquecida, va a volver a disparar pero es abatida por la policia. Los cadáveres de Emilio y María quedan tirados en plena calle para horror de Héctor y presentes.




Al rato Gina sale de la ducha. Aaminah está hablando por teléfono. La nota angustiada.

--¿qué ha pasado?¿quién era?

Aaminah se sienta en el sofá.

--Era Héctor… ha pasado algo horrible… Nuestro jefe ha muerto…

Gina no le estaba dando demasiado importancia a lo que le contaba Aaminah pero se desesperada al darse cuenta que es Emilio el que ha muerto.

--¿¿¡Emilio?¡¡EMILIO NO PUEDE ESTAR MUERTO¡

Aaminah se sorprende de que Gina se muestre tan afectada.

--¿qué es lo que ocurre?

Gina no tiene intención de dar explicaciones. Sale huyendo desesperada.



2 comentarios:

  1. Me da risa ver a ese chico, Rupert Grint (el pelirrojo), en tu novela... no pensé que algún día lo incluirías en alguna de las tuyas... la novela es buena, tiene mucha dosis de suspenso.

    Saludos,

    Renzo

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  2. sí yo tampoco tenia intencion de ponerlo en una webnovela pero como te comenté pues vi a unos gemelos pelirrojos en la biblioteca. No eran guapos pero me resultaron seductores y me acordé de rupert y decidí darle un papelito en esta webnovela. Me alegro tenerte por acá.

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