jueves, 29 de marzo de 2012

capitulo 24



Para ayudar a su hermano y pese a que le causa repugnancia, Alberto accede a ofrecer su cuerpo a Emilio. Los pelirrojos le manifestan su odio a Emilio pero dejan que disfruten de sus cuerpos. Emilio está como loco con esos dos pelirrojos desnudos solo para él. Emilio se retuerce de placer al poder disfrutar de esos dos cuerpos iguales. Ahora sólo le faltaría Héctor pero eso ya son palabras mayores.

Héctor y Gina están los dos felices en la cama. Él ríe mientras se fuma un cigarro.
--de qué te ríes? --ella.
--Te das cuenta que hemos jodido dos veces y no nos hemos presentado?
Gina apoya su cabeza en el torso de él:
--es que no es algo relevante. Me interesaban más saber otras cosas de ti.
Héctor va fumando, sonríe cachondo.
--A mi si me gustaría saber tu nombre. Yo me llamo Héctor…
--Gina…
Héctor fuma con mirada muy sensual. El sexo le encanta y que una chica tan guapa como Gina lo busque sólo para sexo es algo que lo halaga y mucho.
--Esto es todo lo que quieres ¿no? --él.
Le gusta estar con él pero no quiere complicarse la vida estando varias veces con un mismo hombre para evitar implicar sus sentimientos pero, le pagan para eso. No sabe que contestar así que responde con una pregunta:
--Y tu?
Héctor sí es todo lo que quiere pero no se atreve a decir nada para no ofenderla.
--Yo lo que tú quieras.
A ella le pagan por sexo pero también por conocerlo. Está aferrada al torso desnudo de él, le gusta mucho.
-- a mi me gustaría seguir… --dice ella-- me gusta el sexo, quiero hacerlo contigo pero vaya que podemos hacer más cosas…
Él no le quiere decir que no está interesado en tener nada con ella para que no se enoje pero tampoco la quiere engañar. Le acaricia los cabellos.
--No te prometo nada, acabo de salir de una situación intensa y…
Gina no le deja acabar. Le sonríe. Lo mira, lo besa en los labios.
--No te pido nada…
Luego lo mira cachonda y dice con cierta ironía:
--exijo sexo todos los días…
Los dos muy excitados, él divertido dice:
--Va a ser duro, no sé si pueda.









Gina se viste ante la atenta mirada de Héctor que sigue desnudo en la cama. Él se acaba levantando. La va llevando hacia la puerta entre pellizcos. A ella le enloquece verlo caminar desnudo. Se besan y se abrazan antes de abrir la puerta.
--y así ¿cómo quedamos? –ella.
--como tú quieras…
Gina se da cuenta que a Héctor le aterra la idea que ella quiera comprometerlo y Gina quiere que gocen juntos pero él se sienta libre.
--Lo dejo en tus manos. A mi me gustaría verte todos los días aunque fuera para uno rápido pero no quiero molestarte, cuando puedas me llames… si quieres… Yo estaré esperándote..
A Héctor se le cambia la cara. Sonríe pícaro:
--te llamo mañana…
Se despiden con un beso. Héctor se queda contento. Sonríe. Va hacia la habitación, agarra el condón usado. Entra en la cocina, lo tira en el cubo de la basura. Luego arregla la cama.

Un día después... entra Violeta en la cafetería de Emilio. Se ha pensando mucho si debía entrar o no. No sabe si a Héctor le gustaría.
--¡bueno yo no he hecho nada malo, no tengo porque ocultarme¡ --dice para sí.
Se da cuenta que él está solo.
--Es el momento.
Héctor está junto a la nevera de los helados, la que da a la calle. No hay nadie y Violeta piensa que es el momento para que puedan hablar. No le gusta que Héctor la trate como una desconocida después de vivir su primera vez con él. Violeta no se da cuenta de ese Emilio que por una ventana observa todos los movimientos de Héctor aunque sí ve que Héctor se niega a atenderla y es su compañera( a la que va a buscar al almacén) quien lo hace. A Violeta le duele pero no dice nada.

En la noche, Héctor se encuentra con Gina que lo está esperando. Se miran con deseo.
--has sido puntual –le dice él.
--gracias por llamarme –dice ella coqueta.
Los dos se miran con cara de depravados.


1 mes después, Violeta ha ido al médico. Tiene los síntomas de embarazo.
--¡No, no puede ser¡ ¡¡no puedo tener esa suerte¡ --piensa ella.
Va al doctor para no hacerse ilusiones:
--¡estás embarazada¡ --le dice el doctor.
Violeta no sabe si desmayarse, decide gritar. Está feliz, un hijo de Héctor crece dentro de ella. Jamás pensó que podría tener algo con él pero el quedarse con una parte era algo que no se atrevía ni a soñar, es algo que le parece muy grande. Sale eufórica de la clínica, ese hijo que es una parte de ella y de él es el mejor regalo que le ha hecho la vida.

Por otro lado, Emilio vive en una gran casa. Alejado de vecinos chismosos. Gina lo visita constantemente. Caminan por el jardín. Ella le cuenta todo lo que él quiere saber de Héctor. Emilio siente que lo conoce como si formara parte de él. Medio en broma medio en serio a Emilio se le ocurre decirle un sueño:
--me gustaría tener un hijo de él.
No lo dice por nada en concreto. Le nace decirlo en medio de confesiones. Gina no pierde la ocasión, piensa que es un buen negocio.
--¡ah pues por un buen dinero yo... te lo vendo¡
--¡estas loca¡ --le dice Emilio riendo, se lo toma a broma.
--oye, es un favor que te hago... me embarazo de él, te regalo a mi hijo... eso sí, con papeles de adopción...no me vayas a dejar luego con el paquete.
Emilio sabe que es una locura, que es ir demasiado lejos pero Gina habla en serio y a él le emociona tanto la idea de ser padre, padre de un hijo de Héctor.
--¿como sé yo que no te acostarás con otro? Eres prostituta.
--págame unas vacaciones, me puedo ir con Héctor, estaré lejos de los otros clientes... o sígueme... si me pagas bien me puedes tener vigilada.
--pero ¿Es que no se cuida?
--Sí pero ya nos conocemos, le digo que si tomo las píldoras para que usar condón y aceptará seguro… y yo dejaré de tomar la píldora.
--¿Y como sabré que es suyo?
--Porque debía mentirte… ¿crees qué me arriesgaría a qué me dejaras con el regalo? Además ¿para qué acostarme con otro si lo tengo a él y me pagas bien?
--Es la mayor locura que he hecho en mi vida.
Para Gina sería un buen negocio.
--Él nunca debe saberlo –advierte Emilio.
A Gina le interesa sacarle el dinero a Emilio, lo va animando.
--¡claro que no, él sólo aporta un bichejo muy pequeño… ¡soy yo la que se lleva la peor parte y si yo quiero pues él no tiene nada que decir¡
La vida no le ha dado la dicha de ser poder tener el amor de él pero sí le ha puesto la posibilidad un hijo en su camino y aunque sabe que está mal Emilio no piensa renunciar a ello.
--¡vamos a hacerlo¡
Gina sonríe satisfecha por el dinero que va a recibir. Emilio sonríe emocionado.
--su hijo, su hijo será para mi –se dice emocionado.

3 comentarios:

  1. Esta interesante la novela... me llama la atencion de la relacion entre Hector y Gina, y como Emilio la usa para que se embarace.

    Es raro que despues de tantas foronovelas "gay", imagine a Adrian Rodriguez junto con una chica. :)

    No conocia a la actriz que interpreta a Gina pero, me gusta. Estare pendiente de esta novela que se ha puesto mas interesante.

    Saludos,

    Renzo

    ResponderEliminar
  2. muchas gracias, bueno a mi el cambio se me hizo fácil puesto que me inspiro en sus papeles y bueno nunca pensé que le daría un hetero pero al verlo en un nuevo papel y en esta ocasión hetero pues me apeteció. Gina es su pareja en la capitulo de gocca en el que salió. En el blog tienes el link por si algun dia quieres ver el cap de esta serie que se emite por internet. Es una serie lésvica.

    ResponderEliminar
  3. Gracias, le pondré atención a la serie. Es curioso que Adrián salga en una serie lésbica. :)

    Saludos,

    Renzo

    ResponderEliminar