ESTO NO ES UNA TELENOVELA REAL, QUE NADIE SE CONFUNDA. ES UNA HISTORIA IMAGINARIA CREADA POR MI. LAS PERSONAS MENCIONADAS INSPIRAN LA HISTORIA, NO PARTICIPAN EN ELLA. DEDICADA CON TODO MI CARIÑO AL ACTOR Y CANTANTE ADRIÁN RODRIGUEZ QUE ME ENAMORA CON SU TALENTO Y EXPLOSIVA BELLEZA.
martes, 6 de marzo de 2012
Capítulo 3
Maria Eugenia Suarez es Yoli
Héctor llega a clase. Se siente un triunfador. Sus compañeros lo felicitan, todos vieron el video. Yoli le da un empujón.
--¡eres un cerdo¡ ¡María se ha intentado suicidar por tu culpa¡
--¿quién?
--¡ayer te la tiraste¡ ¡¡la humillaste¡
--ah, esa… --indiferente.
--¿¡es que no tienes nada más qué decir? lo que hiciste con María no tiene perdón
Héctor se le ríe.
--Yo no le hice nada que tú no hayas gozado y cuando quieras te puedo hacer de nuevo el favor.
--¡Yo nunca estaría con un cerdo como tú¡
Héctor ríe, se muestra despreocupado.
--¡pero sí ya te he chingado todo lo que he querido¡
Yoli lo mira con desprecio:
--¡Es no que no sé que te vi¡
Héctor se agarra los genitales y lascivamente dice:
--Esta te vuelve loca.
--¡María esta mal, sus padres la van a internar en una clínica ¿es que no tienes nada qué decir a eso?¡
Héctor se lo toma todo a burlar. Va hacia su sitio.
--Es una desagradecida, con el favor que le hice. Cualquiera creería que no le gustó y es mentira. Lo gozó como la guarra que es.
Yoli lo agarra del brazo para que se gire de nuevo.
--¿¡es que a ti no te importa nada?¡ ¡¡pudo morir¡
--pero no ha muerto así que no me molestes.
Héctor se va a su sitio. Se sienta solo. El resto del mundo no le preocupa. Se burla de todos. Feli, desde su sitio, lo mira con deseo y con odio. Lo detesta pero le gusta mucho y no puedo dejar de recordar su cuerpo desnudo.
Esa tarde, Héctor va a la biblioteca. Emilio se acerca. Le gusta leer el periódico, estar rodeado de jóvenes. Reconoce al chico que lo fascinó el otro día. Se sienta solo. Se pone en la mesa de al lado.
--¡que bueno está este tío¡ --dice Emilio para sí.
Héctor aún no se ha sentado. Lleva chándal y le queda bien estrecho. Se le marca bien el culo. Se le mete la ropa por la raja del culo y se le remarcan bien las dos nalgas.
--¡que buen culo tiene¡ --piensa Emilio.
Se le ve el culo en pompa mientras va colocando las cosas y Emilio lo tiene muy cerca. Está cachondo. Se acerca a él uno de los pelirrojos. Ya no tiene dudas que son los mismos del día anterior. Héctor se sienta y le pelirrojo se queda de pie. Emilio tiene el culo del pelirrojo a tocar su mano. Es un culo pequeñito, se le ven los pantalones caídos. Todo lleno de arrugas. Héctor se muestra sonriente. A Emilio le gusta escuchar sus voces, ver la complicidad con la que se tratan. Van hablando de los deberes, el pelirrojo no lo quiere ayudar.
--me estás haciendo perder el tiempo.
--Te conozco demasiado, con tal que te lleve de fiesta me lo vas a hacer.
Héctor se muestra simpático. El pelirrojo lo trata fraternalmente. Se le ríe. Héctor sonríe y esa sonrisa se clava en el alma a Emilio. Le gusta mucho Héctor. Le gusta estar ahí escuchándolo todo. Los dos amigos se quedan un rato juntos. Héctor va al lavabo. A Emilio le gustaría seguirlo pero no se atreve. Héctor tiene una mirada agresiva y ha estado demasiado pendiente de ellos. Teme ser demasiado descarado. Le dobla la edad a ese chico y no quiere meterse en problemas con un menor de edad. Además Héctor ha tomado su móvil así que supone que debe haber ido a hablar y que tampoco irá a hacer pis. Cuando vuelve, Héctor y su amigo se van juntos. Héctor medio saluda a Emilio burlón porque se ha dado cuenta que no le ha sacado los ojos de encima. Emilio se sofoca mucho.
1 mes después… Feli está sola en clase. El profesor no ha venido. Ella se ha quedado a repasar. Le entra pis. Los lavabos están en cada punta del pasillo que es largo. El de los chicos está justo al lado de la clase de Feli. Es habitual que chicos y chicas entren en uno y otro tranquilamente. A Feli le da vergüenza y sólo entra al de chicos si está segura que no hay nadie. Le da pena encontrarse con un chico. Ellos tienen hora libre porque ha faltado un profesor. No hay nadie en el pasillo entonces Feli piensa que no tiene ganas de recorrer el largo pasillo. Entra. Justo detrás de ella entra Héctor. Ella se queda paralizada por la vergüenza y el deseo. No sabe qué decir, que hacer. Él la mira con cara de pícaro. Feli quiere huir pero él la agarra de la mano. La mira seductor y muy sensualmente le dice:
--te estás convirtiendo en toda una mamita rica. Quien te ha visto y quien te ve. Has cambiado mucho. ¿has adelgazado?
--si, apenas como –dice ella.
--Muy bien, eso lo que tienes que hacer.
Ella nunca lo ha tenido tan cerca, tan suyo. Él le toca los senos, ella empieza a jadear. Se deja arrastrar por él. Se encierran en el wáter. Él la penetra y sin usar condón. Es un polvo rápido. En apenas unos minutos él ha desaparecido. Ella se ha quedado en shock.
En la tarde, Emilio vuelve a coincidir con Héctor en la biblioteca. Se coloca en una mesa aparte. No quiere estar pendiente de él para que no se dé cuenta que lo espía por si lo puede seguir al lavabo y que no se note tan descarado. Héctor no tarda en ir al lavabo y Emilio lo sigue sin pensar. Le excita verlo en el urinario.
--¡qué tierno y con su verguita en la mano¡ --piensa Emilio.
Héctor lo mira con mala cara. Emilio se pone a su lado. No mira mucho porque le da miedo. No está muy separado. Emilio le ve las manos pero no lo logra ver la verga pero le excita mucho estar a su lado. Sí nota el movimiento de sus manos cuando se la sacude, es algo que le pone muy cachondo a Emilio. A Emilio le encanta Héctor, su aspecto de macarra-roquero. Le gusta. Héctor se sienta en una mesa frente al lavabo junto a los pelirrojos. Héctor mira a Emilio mientras le dice algo al pelirrojo que está a su lado. A Emilio ese chico le pone muy nervioso. No quiere ser descarado para no meterse en problemas con un menor de edad.
Héctor llega a su casa. Se encuentra a María esperándolo. Él la mira seductor.
--vaya, yo sabía que ibas a querer repetir.
María está muy angustiada. Héctor quiere que suba para chingar pero ella no entra. En el portal le dice:
--estoy embarazada.
Héctor la mira burlón:
--¿y? Yo no soy el padre. Yo siempre uso condón.
María llora.
--¡Es tuyo, sólo he estado contigo¡
Héctor no se preocupa del tema.
--No sé si es mío
María está desesperada.
--¡mis padres te mataran¡
--eso si me encuentran –dice divertido.
--¡soy capaz de acostarme con tu mejor amigo y cargarle el hijo a él¡
--Ni Alberto ni Marcos son tontos¡
--¡eso ya lo veremos¡ --dice María llena de odio.
Para alejarse de María, Héctor prepara su bolsa. Sabe que sus padres no se preocupan por él. Llama a su abuela y se va al pueblo con ella. Desea alejarse de María mientras ésta resuelve el problema.
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