jueves, 15 de marzo de 2012

Capítulo 10



Feli ha dado a luz al primero de sus hijos.
--Es nuestro hijo, Héctor. Es nuestro hijo --susurra emocionada.
Feli llora, mira a ese pequeño con orgullo y piensa en su amado con amor. Héctor siente una punzada en su pecho. Se levanta totalmente desnudo. Mira hacia la ventana. Necesita que le dé el aire. Siente algo que no sabe definir:
--¿ya nacieron mis hijos? ¿soy papá?
Siente una emoción que quiere controlar. Está demasiado acostumbrado al dolor como para sentir cariño, amor ni que sea por sus propios hijos. Feli mira feliz a su bebe. No tiene mucho tiempo porque de nuevo siente los dolores del parto.
--¡¡empuje, empuje.¡
Un pequeñito bebé llora en los brazos del doctor. Sólo lo puede tocar un momento.
--¿le pasa algo?
Héctor es grande y fuerte pese a ser prematuro. En cambio Luis es pequeñito y más débil. Le aseguran que no corre peligro pero que por su seguridad estará unos días en la incubadora.




Héctor desnudo en su cuarto se pregunta si ya habrán nacido sus gemelitos. Tiene curiosidad por verles la cara.
--¡¡se tienen que parecer a mi¡ --dice con orgullo.
Pero no tiene intención de hacer acto de presencia en el hospital.
--no puedo hacerlo y ahora menos que antes. La familia de Feli no puede verme.
Feli por su lado es una madre con el corazón dividido. Por un lado es feliz por el nacimiento de su Hectorcito pero sufre por ese hijo que esta en la incubadora. Enseguida llega doña Juliana.
--¡tus hijos son preciosos¡
Feli esta preocupada por Luis. Su madre la calma:
--está bien. A la que engorde un poco lo tendrás en tus brazos. Sólo serán unos días.
Juliana tiene en brazos a su nieto.
--¿y tu marido?
--En el trabajo.
--Es que ni siquiera se el nombre de ese desgraciado ¿¿donde esta él?
Tal y como le prometió a su amado Feli ni lo menciona. Juliana deja a su nieto en la cuna. Feli esta cansada por el parto pero feliz y a la vez preocupada. Juliana mira a su nieto con emoción:
--que curioso que se llame Héctor.
Feli mira sorprendida.
--¿porque?
--Es que así se llama…
Juliana no acaba la frase porque llega una enfermera con una silla de ruedas para acompañar a la parturienta a ver a su pequeño en la incubadora. La enfermera se lleva al nido a Héctor y Juliana se va con su hija. Feli al ver a su hijo en la incubadora llora. Le da miedo que le pase algo, que ese sea el precio que tiene que pagar por sus errores. Juliana abraza a su hija. Le asegura una y otra vez que ha hablado con los médicos y que al bebé no le pasa nada grave, que sólo tiene que engordar un poco. Juliana acompaña de nuevo a su hija a la habitación.
--me sabe mal dejarte sola, pero es que tengo tanto que hacer ¡¡tu hermana se casa¡
Feli recibe la noticia con indiferencia. Juliana le va a hablar del novio pero Feli en seguida la corta. No quiere saber nada.
--El sábado se hace una fiesta de petición de mano. Tienes que ir.
--Con mi hijo en la incubadora ¡no¡
Juliana ha estado demasiado tiempo sin su hija mayor ni sus nietos.
--¡¡quiero que toda la familia esté unida¡ ¡¡puede venir tu –siempre lo dice con algo de sarcasmo-- esposo¡
--¿y mi padre?
--ya es hora que él acepte a sus nietos.
Feli, después de prostituirse por meses, tiene miedo de enfrentarse a su padre.
--¡mejor no¡
Juliana le suplica. Sólo acuerdan con lo pensará.



Durante los cuatro días en los que esta ingresada, sólo su madre y Susana la visitan. En alguna ocasión Susana llega con Amparo y la pequeña Soledad. Feli se siente sola y triste pero mira a los ojos a su hijo Hectorcito y nota que ama a Héctor más que nunca y que ahora que están unidos en dos nuevos seres se pertenecen el uno al otro.

Con la felicidad de tener a su hijo en brazos pero con la tristeza de tener que dejar al otro Feli vuelve a casa. Lo hace sola. Antes de ir a buscar a su hija llega a la casa. Amparo se ha ocupado de la limpieza. Héctor está tumbado en el sofá bebiendo una cerveza mientras juega a la play. Se levanta. Sonríe a Feli nervioso sin saber que hacer. Feli con el hijo de ambos en brazos lo mira enamorada.
--¿no vas a decir nada?
A ella le duele la frialdad de él. Desea besarlo y amarlo.
--no eran dos?
--está en la incubadora pero esta bien.
Héctor mira a su hijo con curiosidad:
--quieres tenerlo en brazos? --dice ella acercándolo amorosa.
Héctor quiere pero se asusta.
--¡¡no. no ¡¡¡que se me cae.¡
--intentalo -amorosa.
--¡¡te he dicho que no.¡
Héctor prefiere mantenerse lejos de su hijo aunque lo mira con cierta emoción. Es como si tuviera miedo de que su hijo heredase sus malas mañas. Feli quiere ir a buscar a su hija que está con la vecina pero a Héctor le da miedo quedarse a solas con el bebé.
--¡¡no sabré que hacer¡
Así que él mismo va a buscar a la anciana.

Los dos bebes duermen en el mismo cuarto. Feli duerme. Héctor siente una sensación extraña ahora que es padre. Se levanta, se pone los calzoncillos y va a la habitación dónde duermen los bebés. Le pone la mano en la cabeza a su hijo y dice:
--no se que se dice en estos casos pero no merecéis un padre como yo. No se cuan cerca estaré. Lo que sí se es que no permitiré que un mal padre destruya vuestras vidas.

Comienza un nuevo día. Ella es la primera en despertarse. Corre a darle un beso a su hijo antes de ir al hospital. No se hace a la idea de haber tenido un hijo de ese hombre que la humilla. Lo ama y ahora que son padres quisiera que las cosas fueran distintas pero no. Le prepara el desayuno. Héctor baja en bóxers, hambriento. No le agradece nada a la joven.
--Esta noche te traeré algunos clientes. Debes cuidarlos, esos viejos te echan de menos. Mientras te quede leche nos seguiremos haciendo de oro. A esos viejos les encanta una mujerzuela con las tetas bien gordas de leche –dice él despreciativo mientras unta tostadas.
A ella no le gusta hablar del tema ante su hija. Soledad ya tiene 9 meses y está sentada en su silla con ellos. Pese a la situación que vive Feli es feliz porque se crece sana y contenta.
--Podemos esperar una temporada, déjame descansar.
--Necesitamos el dinero, tenemos que aprovechar que estás en tu mejor momento.
--pero tenemos ahorros.
--no creas que es tanto. A los hombres le da morbo una mujer recién parida. Aún pagaran mucho por ti.
--haré lo que sea pero luego que mi hijo salga de la incubadora.

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