Capitulo 2

Héctor tiene 16 años y cada vez está más guapo. Comienza un nuevo curso escolar. Susana y Feli son nuevas.
--ya quita esa cara que nadie se nos va a acercar.
--Es que siempre se ríen por gorda.
Susana mira a Feli molesta.
--¡¡pero si estás estupenda...¡
Feli se siente muy insegura de su físico:
--no soy tan linda como tu...
--madre mía, si no se puede estar más buena.
--Soy un patito feo aunque mi madre siempre dice que cuando crezca sere un cisne.
--tu madre está loca, tu estás estupenda como estás. No se puede estar mejor.
Hablando con risas y tristeza las dos amigas llegan al centro.
--¡¡madre mía¡ ¡¡cuanto macho¡ --dice Susana.
En seguida las dos amigas se fijan en Héctor.
--¡qué bueno está¡ --dice Susana.
Al ver que a su amiga le gusta, dice:
--te lo dejo a ti.
Feli se ruboriza. Héctor pasa por el lado de Feli y se ríe al mirarle el culo:
--¡joder, que culo, vas a romper la silla¡ ¡nunca vi un culo tan grande¡
Todos se ríen de Feli. Feli se siente mal, se pone el jersey para taparse el trasero. Aunque dice que no pasa nada le ha dado rabia. Ese día nace un gran odio y una gran atracción de Feli hacia Héctor.

En clase de ginmasia, Yoli y Sandra, de broma, le bajan los pantalones del chándal a Héctor. Lo que quieren es dejarlo con el culo al aire pero se lo bajan demasiado descubriendo también los genitales. Y Feli, que está justo delante, sufre un fuerte impacto. Es la cosa más bella que ha visto en su vida. Con los pantalones y los calzoncillos bajados, Héctor empieza a moverse, a saltar. Se muestra sin problemas.
--¡yo sé que os gusto a todas, me podeis mirar la verga sin problemas¡ ¡¡Es toda para vosotras¡
Las chicas huyen pero a todas las gusta. El profesor se acerca a él.
--¡a dirección¡
Héctor se sube la ropa.
--¡han sido ellas¡
Feli es la única que no se ha movido.
--es verdad –dice nerviosa.
El profesor olvida el incidente. Héctor mira burlón a Feli y le dice:
--si no estuvieras tan gorda te devolvería el favor.
Héctor hace ese comentario no porque esté gorda, que no lo está, sino porque sabe que ella lo cree y desea molestarla. Se va divertido sin preocuparle lo herida que la ha dejado a Feli. Pero además lo que ha ocurrido la ha puesto demasiado caliente.

Esa misma tarde se produce su despertar sexual. Aunque Susana había tratado de enseñarle Feli se había negado. Pero ahora está demasiado cachonda. Juega con su sexo pensando en Héctor. No le quiere aceptar pero Héctor le gusta mucho, la tiene a 100. Es su secreto. No le cuenta a Susana nada de lo que ha pasado. No quiere que la interrogue, no quiere quedar descubierta ante ella pero la imagen del cuerpo desnudo de Héctor queda grabada a fuego en la retina de la joven.

En ese mismo momento, Héctor está en la biblioteca junto a su mejor amigo, un chico pelirojo. En la mesa de al lado, un hombre de más de 30 años, no les saca los ojos de encima. El que le gusta es Héctor pero el pelirojo que está a su lado también le gusta. En especial por su juventud. Le gusta la carne fresca. Se acerca otro pelirojo. Es idéntico al otro. Se queda de pie.
--joder, un polvo con estos tres y se te arregla el día. Pagaría todo lo que tengo por hacérmelo con los tres –dice para sí.
El hombre no puede dejar de mirar a esos tres jovencitos que tanto le han gustado. Él mismo se regaña.
--Emilio, tío –dice para sí—que se van a dar cuenta.
Pero está muy excitado con la presencia de esos tres chicos.
--¡con el tiempo que no me chingan¡ --va pensando.
Emilio está cachondo observando los movimientos de estos tres chicos. El pelirrojo que acaba de llegar se queda de pie. Se muestra cariñoso con Héctor. Se le ven los calzoncillos. Culo aplastado pero a Emilio le encanta. Héctor se levanta. Tiene el culo pequeño pero se le ven un poco los calzoncillos. Héctor es el que más le gusta pero le ponen cachondo los tres. El otro pelirojo es el que tiene mejor culo. Se levanta y al recoger se queda culo em pompa. Emilio está muy cerca y bien caliente. Es un culo bien grande. Se le ven mucho los calzoncillos (verdes y naranjas)
--¡qué orgía haría con los tres¡ --piensa Emilio mientras se van.
Le ha encantado Héctor y le da morbo hacerlo con dos chicos iguales y además pelirrojos.

Al día siguiente, Héctor está retozando sobre una chica. Cae al lado de ella jadeando.
--joder, María, ¡eres increíble¡ ¡¡qué bien me la he pasado¡
Ella se muestra algo tímida:
--ha sido mi primera vez –dice poniéndose las gafas.
Héctor se siente orgulloso:
--Sí, yo creía que sólo te gustaban los libros, que nunca estarías con un chico.
Llaman al timbre. Héctor se pone los calzoncillos.
--¿dónde vas? ¿es que esperas a alguien?
--tú tranquila, quédate aquí.
De pronto entran los amigos pelirrojos de Héctor. Chocan sus manos.
--¡has ganado la apuesta tío¡
La casa se llena de gente, entran hasta la habitación en la que María está desnuda.
--¡eres una golfa¡ ¡¡por tu culpa he perdido mucho dinero¡ --dice uno.
María no entiende nada.
--¡Héctor, qué pasa?¡
Héctor enciende un cigarro. La mira con cara de travieso. Hace como si no supiera nada. María se entera que por una webcam todo el mundo ha sigo testigo de su primera vez. María creía en Héctor y eso le rompe el corazón. Los chicos le van haciendo fotos, tratan de arrancarle la sábana con la que se tapa.
--¡si todo el mundo te ha visto desnuda¡ --dicen.
María llorando le dice a Héctor:
--¡era mi primera vez¡
Héctor hace un gesto de ¿y qué? No le preocupa el dolor de la chica. Al contrario, se burla de ella.
--pero si te he hecho un favor ¡tenías una cara de amargada que no podías con ella.
Todos se van riendo de ella.
--con lo tonta que parecías y eres tremenda guarra. Todos lo hemos visto.
María está deshecha:
--¿porqué me has hecho esto?
Con indiferencia y el cigarro en la boca, Héctor dice:
--alguno tenía que ser el primero ¿y quien mejor que yo?
Para divertirse, Héctor arranca la sábana de María dejándola desnuda para que así se sienta más humillada.